El duelo entre Mourinho y Guardiola se repitió en la quinta jornada
Continuamos con nuestra serie donde estamos analizando la rivalidad entre Mourinho y Guardiola y que podéis encontrar aquí, en esta ocasión os traemos el duelo correspondiente a la quinta jornada de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League que enfrentó el 24 de noviembre de 2009 al Barcelona y al inter de Milán en el Camp Nou con el arbitraje de suizo Massimo Busacca.
Un partido en el que el barcelona no pudo contar con Messi y en el que Guardiola dejó a ibrahimovic en el banquillo, para conformar la siguiente alineación construida sobre su clásico 1-4-3-3.
Por su parte, el inter de Milán de José Mourinho formó de manera muy parecida a la ida, con la ausencia destacada de Wesley Snejder y la entrada de Cambiasso por Muntari conformando un 1-4-4-2 claro a pesar de que la realización de la UEFA nos muestra un 1-4-3-1-2 de manera errónea.
Fue un partido que no tuvo absolutamente nada que ver con el de la jornada inaugural de la máxima competición de clubes del Viejo Continente. Tal y como apreciamos en el diagrama, en la primera mitad el Barcelona tuvo el dominio absoluto del centro del campo debido al repliegue intensivo del Inter, con lo que Xavi e Iniesta tuvieron la capacidad para controlar todo cuanto ocurría y situarse en posiciones muy dañinas constantemente, con los pupilos de Mourinho persiguiendo sombras. Piqué en un córner en el minuto 10 y Pedro rematando un centro de Dani Alves en el 25 pusieron el marcador 2 a 0 al descanso.
Mourinho reaccionó en el descanso. Retiró a Cambiasso y metió a Muntari para jugar por el sector izquierdo del centro del campo, juntando a Stankovic con Thiago Motta en el centro y asentando a su equipo 15 metros más adelante, con lo que las recuperaciones interistas se producían en otra fase y era más sencillo crear problemas al Barcelona buscando la espalda de Piqué y Puyol, pero la respuesta de Guardiola a este movimiento fue clara: cerrar aún mas a Iniesta y darle casi toda la banda a Alves.
De esta manera, Guardiola se garantizaba el mismo número de efectivos en el medio, lo que sumado a un cierto retraso en la posición de Busquets, proporcionaron a su equipo una superioridad total en fase de salida y la capacidad de absorber los intentos de presión del Inter. Mediante la capacidad de pase de sus jugadores y la velocidad de balón el Barcelona dominaba con la pelota pero también amenazaba con transiciones rápidas y balones al espacio.
El partido terminó 2 a 0 para el Barcelona, siendo el segundo partido en la historia de esta rivalidad entre dos técnicos legendarios.