Chindasvinto, como veremos, fue un huracán. El Reino de Toledo estaba en un proceso de cambio y reforma constante. Accesible a cualquiera con poder y ambición, el trono siempre fue un vector de conjuras que su ocupante trataba de descubrir hasta que terminaba despuesto o asesinado. Hoy os vamos a hablar de uno de los reyes de mayor calado: Chindasvinto, el anciano de hierro que, espada en mano, cambiará por la fuerza todos los elementos que daban estabilidad al reino.
2 comentarios en «Chindasvinto, el anciano de hierro»